Magos. Reyes
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   En general los que practican la magia. Etimológica alusión "magos, a una tribu de Oriente, que practicaba los ritos secretos y que luego asumen los caldeos y persas, originando un estamento social asociado a los sacerdotes de los templos o de los lugares de observación celeste.
   Pero en el lenguaje cristiano alude el término "magos de oriente" (magoi apo anatolon) a los personajes que vinieron a reconocer el carácter mesiánico del naci­do en Belén (Mt. 2. 1-12).
   El texto sólo habla de unos magos, sin precisar si fueron tres; en ningún lugar costa su carácter real; en el contexto evangélico hay que entenderlos como dignidades, pues fueron recibidos y asis­tidos por el mismo Herodes.
   En el contexto evangélico hay que entender su presencia como contraste de la adoración de los pastores, la casta social más despreciable en aquel momento. Los magos se presentan como reyes, que son dignidades. Ofrecen tres dones: oro, incienso y mirra (como rey, como Dios y como hombre).
   La piedad y la tradición harán que esos hombres se denominen Baltasar, Melchor y Gaspar, que sean tres, que circulen en camellos y que vengan cargados de dones.
   Y esa misma tradición les dará carácter litúrgico desde el siglo VI en Oriente y luego en Occidente, resaltando con ello que los gentiles fueron, después de los pastores, los primeros que adoraron al Señor.